Soledad Mallol, una de las dos integrantes de Las Virtudes, no ocultó sus reparos iniciales a aparecer en el presente artículo sin Elena Martín, su compañera habitual. «Somos inseparables, nos respetamos y nos divertimos mucho más trabajando juntas que haciéndolo cada una por nuestra cuenta». Y juntas estrenarán hoy La dama boba, de Lope de Vega, en versión de Daniel Pérez Fernández. La cita es a las ocho de la tarde en la Casa Municipal de la Cultura de Collado Villalba. «Aunque usted me saque a mí como personaje del día, lo cierto es que lo somos las dos», puntualiza. «Interpretamos a un par de hermanas que se complementan; yo hago de tonta y ella de lista, pero, por más que la boba dé título a la obra, no sería nada sin la lista». Si bien, actualmente, Soledad participa en una serie de televisión sin su compañera, es tal la simbiosis existente entre una y otra que Jaroslaw Bielski y Socorro Anadón -director y productora del montaje, respectivamente- repararon en las dos en bloque para protagonizar la obra. «El teatro es una manera de esperar a que se pase la moda de los programas de televisión que ponen a parir a los famosos». Ya concretándonos en Soledad, que sintiéndolo mucho y sin que sea menoscabo para Elena es la que nos ocupa, hay que apuntar que la representación de hoy, inicio de una pequeña gira por varias localidades de la geografía madrileña, supone la realización de un viejo anhelo. «Soñé con este personaje hace muchos años, cuando Miguel Narros montó la obra con Esperanza Roy en el Festival de Almagro».

No obstante, la puesta en escena que se podrá apreciar hoy en Collado Villalba nada tiene que ver con aquella otra que deleitara a los asistentes al festival manchego. En este caso, «la escenografía y el vestuario son de Agatha Ruiz de la Prada y su estética lo ha impregnado todo». Ya en otro orden de cosas, consciente de que es una de esas actrices a las que el respetable confunde inevitablemente con su personaje, considera: «Creo que no tengo nada de tonta, pero me gusta mucho hacérmelo».